IMPACTO DE LA INTELIGENCIA ARTIFICIAL EN LA INGENIERÍA ELÉCTRICA

La inteligencia artificial (IA) ha surgido como una fuerza revolucionaria que está redefiniendo los paradigmas en una multitud de sectores, y la ingeniería eléctrica se ha convertido en uno de sus campos de actuación más destacados. Por todos es sabido que nuestras redes eléctricas conforman un complejo sistema que abarca desde la generación hasta el consumo de energía en nuestras industrias y hogares, pasando por el transporte y la distribución. Este complejo entramado se complementa con dispositivos dedicados a la protección, control y administración de la infraestructura y operativa, encargados, entre otras cosas, de tareas críticas como la predicción de demanda energética, la planificación de la generación para cubrir estas necesidades de manera anticipada, gestión en tiempo real del estado de la red, y la evaluación y ajuste de los niveles de seguridad para cumplir con los estándares de fiabilidad establecidos.

A pesar de los avances tecnológicos, el almacenamiento de energía eléctrica en grandes cantidades sigue siendo un desafío, lo que obliga a desarrollar estrategias eficaces para ajustar la producción de energía con la demanda existente en cada momento. Históricamente, la gestión de estas operaciones se ha basado en herramientas tradicionales y la experiencia acumulada por los operadores en centros de control. Sin embargo, el crecimiento en demanda, junto con el aumento en tamaño y complejidad de las redes eléctricas, así como desafíos emergentes ligados a la adopción de vehículos eléctricos y la liberalización de los mercados energéticos, han impulsado el interés hacia la aplicación de técnicas de inteligencia artificial (IA) para redefinir los métodos de gestión.

Las tecnologías digitales de hoy en día, capaces de generar, almacenar y procesar vastas cantidades de datos —como los producidos por los sistemas energéticos—, aún no se han explotado completamente. Herramientas como el Internet de las Cosas (IoT) y el análisis de big data, en combinación con métodos de aprendizaje automático basados en IA (Machine Learnig), ofrecen un potencial enorme para transformar estos datos en información y conocimiento útil. Este conocimiento puede ser la base para desarrollar modelos predictivos que optimicen el funcionamiento de la red.

La implementación de la inteligencia artificial se orienta hacia la creación de soluciones innovadoras y eficientes para el desarrollo de las redes inteligentes del futuro (Smart grids). Estas smart grids buscan satisfacer las demandas de un nuevo modelo energético, caracterizado por una integración masiva de fuentes renovables y modelos de autoconsumo emergentes o la integración gradual de vehículos eléctricos, entre otras.

Entre las aplicaciones destacadas de la IA en el sector eléctrico se encuentran la optimización de la red eléctrica, mediante el análisis y procesamiento eficiente de sus datos; el desarrollo de smart grids que, además de distribuir electricidad, gestionan información crítica para el balance entre consumo y generación, especialmente relevante para la integración de energías renovables como la solar y la eólica;  el mantenimiento de la red, con la IA facilitando la predicción de fallos y la sustitución de inspecciones manuales por sistemas automatizados de visión por computadora.

En conclusión, la integración de la inteligencia artificial en el sector eléctrico marca un hito en la evolución de nuestras infraestructuras energéticas.  A medida que continuamos avanzando en esta dirección, aparecerán nuevos retos, pero también oportunidades para que nuestra energía eléctrica sea cada vez más inteligente, adaptable, eficiente, segura y robusta.