LA MUJER EN LA INGENIERÍA

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LA MUJER EN LA INGENIERÍA

Desde 1929, año en el que se graduó la primera ingeniera en España, ha pasado casi un siglo. Cien años en los que la sociedad ha hecho grandes avances en los roles sociales vinculados al género. Pero ¿son estos cambios suficientes o todavía queda margen de mejora en áreas tradicionalmente masculinas como la ingeniería? 

Pese al incremento de la presencia femenina en el sector industrial y energético, el número de alumnas de las escuelas de ingeniería no para de descender. Desde los porcentajes casi de igualdad que teníamos a principios de los años 2000, en la actualidad nos movemos en ratios de entre el 20 y el 30%. 

La causa de esta desigualdad y de que la brecha vaya aumentando con el tiempo hay que buscarla mucho antes del paso a la universidad. En los estudios de Bachillerato ya hay muy pocas mujeres que escogen la rama que las llevaría a cursar ingeniería, y esto tiene mucho que ver con la orientación que se les da a las niñas en los centros escolares desde edades muy tempranas, que las aleja de los estudios relacionados con las ramas más tecnológicas. 

Además, y tan importante como la orientación en la escuela, es el papel de las familias, que, no impulsan a las niñas a que estudien este tipo de carreras, y debemos tener en cuenta que, en estos momentos, la opinión de los padres tiene muchísimo peso en la toma de decisiones de los hijos. Respecto a los motivos que llevan a las familias a no apostar por estos estudios, el principal es el desconocimiento que existe en la sociedad sobre estas profesiones y el papel que las mujeres pueden desempeñar en ellas. En este sentido, los ingenieros tenemos una responsabilidad que asumir, y es que no estamos siendo capaces de quitarnos la imagen de una profesión masculina y aburrida. 

Esta imagen “anticuada” de la profesión y el descenso de los salarios medios de los ingenieros están alejando también a los hombres de este tipo de estudios. Es necesario feminizar y rejuvenecer la imagen de la profesión, la visión que tienen los alumnos y alumnas que pueden estar planteándose estudiar ingeniería es que se trata de una profesión de hombres mayores, no tenemos más que asistir a un evento de ingeniería y ver a los participantes de la mayoría de los encuentros profesionales, jornadas y seminarios que se celebran. 

Sin quitar ningún mérito a estos profesionales, es importante que se incluyan a más mujeres y personas jóvenes en los encuentros y debates. En muchos casos en los paneles o conferencias no hay ni una sola mujer, cuando sí que existen profesionales perfectamente válidas para ser ponentes en estos encuentros. Se invita poco a las mujeres, y en muchas ocasiones solo para buscar una paridad. 

Los avances sociales en la igualdad entre hombres y mujeres no se están apreciando en los estudios de ingeniería. Así como ya apenas se encuentran casos de empresarios que no quieran contratar mujeres, la dificultad ahora es la falta de ingenieras jóvenes que reclutar. Para solucionar esta cuestión, necesitamos campañas más creativas que impulsen las vocaciones, masculinas pero sobre todo femeninas, porque los mensajes que lanzamos a día de hoy no consiguen llegar y calar profundo en las nuevas generaciones. 

La diversidad es importante en cualquier industria para fomentar la innovación. Cuando todos los trabajadores tienen antecedentes y datos demográficos similares, es probable que estén de acuerdo entre sí y participen con el mismo pensamiento grupal. Si bien eso puede ser bueno para promover la armonía en la oficina, no lo es para considerar nuevas ideas y hacer los cambios necesarios. 

Las mujeres aportan nuevas perspectivas. Podrían considerar ángulos en los que nadie más había pensado antes. Esto puede conducir a un mejor rendimiento, innovación e ingresos, lo que también ayuda a impulsar este sector. 

Todos tenemos diferentes habilidades, estilos de comunicación y prioridades. La colaboración en realidad puede ser más fácil cuando los participantes tienen diferentes antecedentes y experiencias.  

Dentro de este camino por alcanzar poco a poco una mayor presencia de mujeres en el mundo de la ingeniería, MEP-Projects apuesta por la diversidad de género en todos sus proyectos, apoyando multitud de iniciativas de liderazgo femenino y ofreciendo las mismas oportunidades de acceso y promoción interna a todos sus empleados, sin que el género sea para nada un factor determinante. 

En nuestra compañía siempre ha prevalecido la formación y la experiencia sobre cualquier otro parecer, algo que por desgracia a día de hoy no siempre ocurre en el mundo empresarial. 

No cabe duda de que la sociedad y las empresas como MEP-Projects van en el camino correcto, pero es importante resaltar la necesidad de seguir trabajando para conseguir alcanzar una igualdad real entre hombres y mujeres en el mundo de la ingeniería. 

La creación de equipos equilibrados, donde se potencie el papel de mujer y en el que se penalicen determinados comportamientos inadecuados es clave para romper con los estereotipos que hoy en día existen en el mundo de la construcción y la ingeniería. Para ello se debe apostar por el posicionamiento de la mujer en puestos de nivel, algo que requiere de formación y apoyo por parte de cualquier organización. 

El establecimiento del Día Internacional de la Mujer en la Ingeniería cobra especial relevancia como reconocimiento y fuente de visibilidad para todas las mujeres que se dedican a este sector, comúnmente asociado a los hombres. Y es que, la mejor forma de evitar los estereotipos de género es mostrar la valía de cada uno haciendo el trabajo lo mejor posible. Haciéndolo de esta manera, alcanzar el equilibro es cuestión de tiempo. 

Realizado por Fabián García (Deputy Engineering Manager)